El ajo peruano es un producto con una ventana comercial muy amplia. Oriundo de Asia, se ha adaptado rápidamente a las condiciones climáticas de la costa peruana y se ha convertido en un cultivo rentable. Es usado, principalmente, en la industria gastronómica y se exporta, sobre todo, a otros países de América Latina.
Su presentación como producto fresco es la más demandada. En el primer semestre del 2019, sus exportaciones sumaron US$ 7 millones con envíos por 5,697 toneladas, lo que significó un crecimiento de 87% en valor y 100% en volumen respecto del mismo periodo del 2018. Los precios por kilo, sin embargo, cayeron en 6%, llegando a US$ 1.26.
El destino más atractivo para el ajo peruano fue Brasil (12% de participación), que pagó precios de US$ 1.51 por kilo. El mercado habitual para este producto, Ecuador (56%), registró un valor similar al del 2018, de US$ 1.34 por kilo. Mientras que México (19%), el tercer destino más importante, tuvo precios de US$ 1.30 por kilo.