Productos que crecieron por pandemia

Cuatro productos se vieron favorecidos con los cambios de tendencias generados por el COVID-19, ¿es sostenible esta oportunidad?

El 2020 fue un año complicado por el COVID-19. Diversos países cerraron sus fronteras para evitar la propagación de la enfermedad, dificultando el comercio internacional. A su vez, esto ocasionó problemas en los puertos donde se observaron contenedores varados, que no podían ingresar al mercado de destino hasta cumplir con todos los controles necesarios para asegurar su inocuidad. Por otra parte, las familias se vieron en la necesidad de cambiar sus hábitos de consumo para acomodarse a una realidad más difícil. La economía mundial se contrajo, afectando el ingreso de los hogares, los cuales tuvieron que ajustar su presupuesto y priorizar el consumo de ciertos alimentos (principalmente aquellos que contribuyan a mejorar la salud).

A pesar del contexto negativo, hubo productos agrícolas de la canasta agroexportadora peruana que se vieron beneficiados. En el caso de las frutas, resaltaron las mandarinas y las naranjas, y en el caso de las raíces: el jengibre y la cúrcuma.

CONSOLIDAR LOS ENVÍOS DE MANDARINA

Las exportaciones de mandarina peruana habían tenido un crecimiento sostenido de 14% en promedio cada año hasta el 2018, cuando los envíos sumaron 158,846 toneladas por US$ 185 millones.

El 2019 fue un año difícil para el cítrico peruano por diferentes razones. En primer lugar, hubo un incremento de temperatura a inicio del año que ocasionó problemas en la producción de variedades tempranas (satsumas y clementinas), las cuales maduraron antes de lo previsto ocasionando pérdidas. Además, las mandarinas que se lograron exportar no alcanzaron la calidad de los años anteriores, por lo que recibieron precios más bajos en el mercado internacional. Los problemas observados al inicio del 2019 fueron compensados por las exportaciones de variedades tardías (mandarinas híbridas), que tuvieron un buen desempeño. Así, al final del año, los envíos de la fruta sumaron 157,875 toneladas por US$ 184 millones, volumen y valor 1% más bajo que en el año anterior.

A inicios del 2020, se esperaba que las exportaciones de mandarina peruana vuelvan a la senda de crecimiento, aunque con un incremento de 5% en los envíos. Al final, las exportaciones de mandarina sumaron 251,169 toneladas por US$ 250 millones, lo que significó un crecimiento de 36% en volumen y valor con respecto al 2019. Ese año, el Perú llegó con el cítrico a 33 destinos en el mundo, tres más en comparación al año anterior. El extraordinario resultado obtenido fue producto de los cambios de tendencia ocasionados por la pandemia del COVID-19. Las familias incrementaron su consumo de mandarina, debido a que es un cítrico de fácil ingesta que contribuye a mejorar el sistema inmunológico. Este incremento se vio reflejado en las importaciones mundiales, las cuales crecieron 15%.

Los mercados en los que más crecieron las exportaciones de mandarina peruana fueron Estados Unidos, Rusia y México. Estados Unidos fue el principal destino del cítrico con 49% de participación, con envíos de 105,029 toneladas por US$ 125 millones, 62% más en volumen y 52% más en valor con respecto al 2019. En el caso de Rusia, quinto destino más importante con 6% de participación, se enviaron 12,643 toneladas por US$ 13 millones, 71% más en volumen y 90% más en valor. En México, octavo destino más importante con 1% de participación, las exportaciones peruanas sumaron 2,239 toneladas por US$ 3 millones, 60% más en volumen y en valor.

La demanda por mandarina en el mundo va a seguir creciendo en el 2021, pues el COVID-19 es una enfermedad que seguirá afectando a los países en los próximos años. En este contexto, el Perú tiene grandes oportunidades para consolidarse entre los principales proveedores. En la actualidad, es el sexto exportador más grande de la fruta con 5% de participación. Para alcanzar esta meta, será necesario asegurar una calidad continua de la fruta, lo que implica tener un manejo más cuidadoso a nivel de producción.

MEJORAR LA CALIDAD DE LA NARANJA

En el caso de la naranja, las exportaciones de la fruta peruana despegaron en el 2017, cuando sumaron 17,288 toneladas por US$ 6 millones. A partir de ese año y hasta el 2019, los envíos del cítrico mostraron un crecimiento sostenido de 13% en promedio cada año. En este periodo, la naranja peruana se comercializaba para la industria de bebidas y de alimentos procesados, pues la calidad que tenía no alcanzaba los estándares necesarios para venderse en el mercado de consumo directo.

En el 2020, se esperaba que la naranja tuviera un crecimiento similar al de los últimos años, entre 10% y 15%. Sin embargo, se convirtió en la fruta más favorecida por los cambios en la tendencia de consumo y el reajuste de los ingresos de las familias. La demanda mundial de este cítrico se vio reflejada en el incremento de las importaciones mundiales, las cuales crecieron 24% en el último año. Así, las exportaciones del cítrico peruano al final del 2020 sumaron 29,297 toneladas por US$ 12 millones, lo que significó un crecimiento de 36% en volumen y 46% en valor con respecto al 2019. Además, la mejor acogida de la fruta permitió al Perú llegar con la naranja a 18 destinos en el mundo, cuatro más que en el año anterior.

Los mercados en los que más crecieron las exportaciones de naranja peruana fueron el Reino Unido, Suecia y Estados Unidos. El Reino Unido fue el principal destino del cítrico con 58% de participación, con 17,121 toneladas enviadas por US$ 7 millones, 58% más en volumen y 91% más en valor con respecto al 2019. En el caso de Suecia, cuarto destino más importante con 3% de participación, se enviaron 955 toneladas por US$ 345 mil, 61% más en volumen y 74% más en valor en comparación al año anterior. En Estados Unidos, quinto destino más importante con 1% de participación, las exportaciones peruanas sumaron 335 toneladas por US$ 342 mil, 43% más en volumen y 88% más en valor.

La naranja es la sexta fruta más comercializada a nivel mundial, lo que demuestra la gran oportunidad que ofrece a sus principales proveedores. Al igual que la mandarina, la demanda por este cítrico seguirá creciendo en los próximos años. Sin embargo, el Perú se ubica en la actualidad en el puesto 74 de los proveedores, sin una participación significativa. El despegue de este producto dependerá de las mejoras a nivel de producción, lo que implica tener una canasta de variedades (actualmente solo se envía la variedad Valencia) y mejorar los procesos a nivel de cultivo y de planta, para tener fruta de calidad.

POSICIONARSE CON EL JENGIBRE

El Perú empezó a exportar jengibre en el año 2012, cuando envió 1,904 toneladas por US$ 4 millones. Hasta el 2017, los envíos de la raíz mostraron un crecimiento sostenido, lo que le permitió al Perú superar las 26,409 toneladas por US$ 50 millones. A pesar de la buena acogida del producto, el jengibre peruano empezó a perder participación frente al asiático, que si bien era de una calidad más baja se veía compensado por sus menores precios. Para el 2019, las exportaciones de jengibre habían caído 20%, hasta alcanzar un volumen de 22,801 toneladas por US$ 40 millones. Este se dirigía principalmente a nichos de mercado como los restaurantes y la industria alimenticia.

A inicios del 2020, se esperaba que las exportaciones de jengibre peruano fueran similares a las del 2019. Sin embargo, a fines de enero, China anunció el cierre de sus fronteras para evitar la propagación del COVID-19 y con ello una drástica reducción de sus exportaciones. Hasta el 2019, China se había consolidado como el principal proveedor de la raíz, con 63% de participación en el mercado internacional.

La incertidumbre generada por la enfermedad ocasionó una contracción de la demanda por productos de origen asiático. Frente a la escasez de jengibre, el Perú, país que ocupaba el quinto lugar en el ranking mundial de proveedores, se convirtió en la mejor opción para adquirir el producto. La buena acogida del jengibre peruano, sumada a un incremento de la demanda (el jengibre es conocido como un producto que ayuda a combatir resfriados), favoreció las exportaciones del país, las cuales alcanzaron las 49,657 toneladas por US$ 104 millones, 118% en volumen y 160% en valor con respecto al 2019. Asimismo, este año el Perú llegó con jengibre a 33 destinos en el mundo, doce más que en el año anterior.

Los mercados en los que más crecieron las exportaciones de jengibre peruano fueron Estados Unidos, los Países Bajos y Alemania. Estados Unidos fue el principal destino de la raíz con 37% de participación, con 18,589 toneladas enviadas por US$ 41 millones, 120% más en volumen y 128% más en valor con respecto al 2019. En el caso de los Países Bajos, segundo destino más importante con 36% de participación, se enviaron 18,054 toneladas por US$ 39 millones, 139% más en volumen y 200% más en valor en comparación al año anterior. En Alemania, séptimo destino más importante con 2% de participación, las exportaciones peruanas sumaron 1,046 toneladas por US$ 3 millones, 285% más en volumen y 362% más en valor.

Las exportaciones de jengibre seguirán creciendo en los próximos años, aunque no con la misma magnitud observada en el 2020. Esto se debe a que China, principal proveedor, ha retomado sus exportaciones con normalidad. La oportunidad para seguir desarrollando el producto está en identificar oportunidades en los mercados. El jengibre peruano es un producto con mejor calidad que el chino, pero con precios más altos, por lo que será necesario encontrar aquellos nichos donde esta característica sea más valorada.

IDENTIFICAR OPORTUNIDADES DE LA CÚRCUMA

Entre el 2010 y el 2016, las exportaciones de cúrcuma peruana han oscilado alrededor de los US$ 2 millones. A partir del 2017, gracias al incremento de los precios hasta US$ 2.87 por kilogramo, los envíos de la raíz despegaron y alcanzaron las 1,837 toneladas por US$ 5 millones. Luego, las exportaciones de cúrcuma peruana siguieron creciendo en volumen, hasta alcanzar las 1,938 toneladas en el 2018. Sin embargo, este crecimiento no estuvo acompañado por buenos precios, ya que la cotización de la raíz disminuyó hasta US$ 1.87 por kilogramo, con lo cual el valor del producto cayó a US$ 5 millones en el 2019.

A inicios del 2020, se esperaba que las exportaciones de cúrcuma peruana fueran similares a las del 2019. Sin embargo, el cierre de fronteras y la desconfianza generada hacia los productos provenientes de Asia ocasionaron que las exportaciones de cúrcuma peruana crecieran hasta sumar 3,470 toneladas por US$ 6 millones, 79% más en volumen y 67% más en valor con respecto al 2019. Además, gracias a la buena acogida del producto, el Perú llegó a 20 destinos en el mundo, uno más que en el año anterior.

El principal mercado de la cúrcuma peruana fue los Países Bajos, con 69% de participación, país al que se enviaron 2,380 toneladas por US$ 4 millones, 15% más en volumen y 132% más en valor en comparación al año anterior. Además de este destino europeo, aquellos donde más crecieron las exportaciones de cúrcuma peruana fueron Chile, con 6% de participación, y Canadá, con 5%. Al país latinoamericano se enviaron 218 toneladas por US$ 277 mil, 65% más en volumen y 96% más en valor, mientras que al país norteamericano se enviaron 186 toneladas por US$ 377 mil, 49% más en volumen y 40% más en valor.

Los envíos de cúrcuma crecieron a causa de una disminución en la oferta internacional, pues los principales proveedores de Asia redujeron sus envíos. En la actualidad, el Perú se encuentra en el puesto 114 de los exportadores de cúrcuma en el mundo. El potencial que ofrece el mercado internacional es grande, pues se comercializan más de US$ 800 millones cada año. La oportunidad para seguir desarrollando el producto es encontrar mercados y nichos en los que se valore la calidad de la cúrcuma peruana sobre los precios.


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