Las exportaciones de quinua en Bolivia han mostrado un comportamiento cíclico de tres años muy marcado en la última década. Tuvieron una primera etapa de crecimiento acelerado entre el 2012 y 2014: iniciaron con 25,662 toneladas en 2012 (US$ 79 millones) y registraron 61% de crecimiento anual promedio hasta el 2014 inclusive, para cerrar en 29,505 toneladas por US$ 197 millones. Fue tan grande el salto, que el 2013 tomaron el liderazgo global, con 55% de participación, desplazando al Perú.
Entre el 2015 y el 2017 se registró la etapa de caída sostenida (26% en promedio anual), cerrando con 32,347 toneladas por US$ 75 millones en el 2017 (el mínimo histórico hasta ese momento) y cediendo el liderazgo al Perú de nuevo (apenas en el 2015). Entre el 2018 y 2020 volvió a crecer al 7% anual promedio, lo que permitió cerrar el 2020 con un máximo histórico de 37,298 toneladas por US$ 92 millones, aunque sin poder recuperar el liderazgo, pues el Perú también creció.
En el 2021, Bolivia sufrió una nueva gran caída en el valor de sus exportaciones. Los envíos se redujeron a un nuevo mínimo histórico: 28,158 toneladas por US$ 62 millones, 25% por debajo en volumen y 33% por debajo en valor con respecto al año anterior.