Los envíos de ajo crecen, pero su producción se encuentra en peligro

Hasta agosto, los despachos sumaron 6,298 toneladas por un valor aproximado de US$ 7 millones. Esto significó un crecimiento del 27% en volumen y 16% en valor.

Los últimos años han sido positivos para el ajo peruano. Luego de un periodo de dificultades productivas y un tímido crecimiento, desde el 2021 las exportaciones de ajo peruano han ido tomando relevancia en la producción agrícola peruana. Este avance ha sido suficiente para colocar al Perú entre los 10 principales exportadores del mundo de este producto.

En específico, la exportación de ajos frescos está consiguiendo resultados notables en lo que va del año. Hasta agosto, los envíos sumaron 6,298 toneladas por un valor aproximado de US$ 7 millones. Esto significó un crecimiento del 27% en volumen y 16% en valor. El precio promedio recibido por los exportadores peruanos se pudo sostener debido al aumento de los volúmenes, cotizándose en US$ 1.08 por kilogramo, 8% menor que el año anterior.

Muchos de los factores positivos que beneficiaron al ajo peruano en años recientes se mantuvieron en esta campaña, tales como la limitada producción europea, el crecimiento sostenido de la demanda y la ampliación de la campaña peruana. Sin embargo, la principal razón que no permitió un crecimiento más amplio en los envíos y un aumento considerable en los precios fue la oferta China. Además, los efectos del cambio climático y los desastres naturales aún no han mostrado todo su efecto en este producto, pero se espera que sea más evidente a finales de año.

DINÁMICA INTERNACIONAL

Los envíos hacia los Estados Unidos crecieron en 3% en comparación al 2022. Sin embargo, los precios no acompañaron este incremento, con una cotización promedio menor en 13%. Esto se debió al gran aumento del stock de ajo en el mercado estadounidense, lo cual presionó el precio a la baja. Muchos competidores tuvieron campañas tempranas y percibieron a la plaza de los Estados Unidos como un atractivo cliente. Este es el caso de Argentina, la cual ha movido grandes cantidades del producto. Y también China, que despachó su producción de fines del 2022 y del 2023. La suma de toda esta oferta inundó el mercado estadounidense.

El Perú debe tener especial cuidado en distribuir de forma más inteligente su campaña ya que le podría suceder igual que a China en años anteriores y desvalorizar el producto hasta un punto difícil de recuperar.

La situación en México fue más positiva, los envíos hacia este destino prácticamente se cuadriplicaron, pero el precio promedio se redujo en 13% debido al gran aumento de la disponibilidad del producto. En Canadá, la presencia peruana sigue siendo muy reducida, especialmente al ser una plaza prácticamente tomada por productores europeos. Sin embargo, puede presentarse como una opción atractiva futura debido a los reportes de reducción de hectáreas por parte de países como España o Alemania.

Con respecto a Europa, la presencia del ajo peruano es prácticamente nula. Esto es debido a que la producción interna de países como España o los Países Bajos es suficiente para satisfacer la demanda de todo el continente. También se observa la producción de países africanos como Egipto o Sudáfrica que, debido a su cercanía, han conseguido abrirse un importante espacio en la región. Además, el casi omnipresente ajo chino cierra espacios probables de expansión para el ajo peruano en Europa.

Los vecinos países de Sudamérica se presentan como importantes clientes para los exportadores peruanos, en especial Ecuador y Brasil. Las transiciones de campañas de estos países suelen ser muy largas, por lo que los exportadores peruanos tienen mayor facilidad de colocar su producto a estos países. Los dos grandes rivales de la región son Chile y Argentina. Sin embargo, Chile está presentando una caída en la producción, mientras que Argentina no tardará en volver a despegar. Los envíos peruanos hacia Ecuador crecieron 11% aproximadamente, pero como ya es una constante en el mundo, los precios no tuvieron la misma suerte y se redujeron en 12%. Esto mientras que en Brasil las remesas se multiplicaron por tres, debido al aumento de la demanda y al poco stock disponible en el país. Ello también empujó el precio en 60% en dicha plaza.

A pesar de que comercialmente los envíos de ajo presentan un panorama positivo, existe un peligro latente que amenaza con truncar el progreso de este producto. Las sequías debido al cambio climático y la probabilidad de un futuro fenómeno El Niño intenso son una amenaza inmediata para la producción. En Arequipa, principal región productora de ajo peruano, existen reportes de una caída de cerca del 40% en el agua disponible en los principales ríos y valles. Además, las altas temperaturas generan una mayor proliferación de hongos que atacan principalmente a las raíces del ajo. Con ello, se prevé bulbos de menor tamaño perjudicando el stock futuro. Sin embargo, es posible que el precio pueda compensar parcialmente esta caída.


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