La nuez de Brasil es uno de los productos que está buscando consolidarse en el mercado global de los superfoods. Es muy apreciada por su alto contenido de selenio y sus propiedades antioxidantes. Sin embargo, pese a que este fruto crece de forma silvestre en la Amazonía compartida por Brasil, Bolivia y Perú, las exportaciones todavía no han logrado despegar con la misma fuerza que otros frutos secos.
En el mundo se exportan cerca de 55,000 toneladas por un valor aproximado de US$ 346 millones, lo que la convierte en uno de los frutos secos de menor tamaño de mercado, especialmente si se compara con productos consolidados como la almendra (US$ 7,260 millones) o la nuez de marañón (US$ 7,548 millones).

Con respecto al Perú, las exportaciones en el 2024 cerraron en torno a 5,471 toneladas, con un valor cercano a US$ 40 millones, lo que le otorgó una participación de aproximadamente 12% del mercado mundial. Con ello, el país se posicionó como el segundo mayor exportador, solo por detrás de Bolivia, que concentra cerca del 54% de participación, con envíos que bordean los US$ 187 millones anuales. Por otro lado, cerrando el podio aparece Brasil, que a pesar de darle nombre a este fruto se ha quedado rezagado, en parte por dar prioridad a otros productos agrícolas y también por las restricciones de cosecha y sostenibilidad forestal, lo que lo limita a una participación de 11% y US$ 39 millones en exportaciones durante el 2024.
El modelo boliviano se basa en una cadena organizada de recolección comunitaria, respaldada por logística eficiente y una industria procesadora consolidada, orientada en abastecer a los principales mercados de Europa y Estados Unidos. Esto contrasta con el caso peruano, que no enfrenta un problema de disponibilidad de materia prima, sino más bien de inversión insuficiente en procesos complementarios para escalar la exportación: acopio, procesamiento y promoción comercial. La razón principal es que los grandes capitales agroexportadores continúan priorizando los frutos frescos (arándanos, uvas, palta), dado que ofrecen retornos más rápidos y requieren menos infraestructura industrial.

En la actual campaña 2025, los envíos peruanos de nuez de Brasil alcanzaron cerca de 2,713 toneladas por un valor de US$ 39 millones hasta julio. Esto representa una caída del 28% en volumen, pero con un aumento cercano al 50% en valor. La explicación radica en un fuerte incremento de precios internacionales (+107%), impulsado por la escasez de producto tanto en Perú como en Bolivia.
En el caso boliviano, los descensos de volúmenes están vinculados al impacto del cambio climático, con menor disponibilidad de cosecha silvestre. A esto se suman las tensiones políticas y la crisis económica en Bolivia, que han generado bloqueos de carreteras y protestas sociales, afectando la salida regular del producto desde las zonas forestales más remotas hacia los centros de procesamiento y exportación.