El frijol es una de las hortalizas que ha ido ganando cada vez mayor relevancia en la canasta agroexportadora peruana. En el último año, fue el décimo sexto producto agrícola más exportado por el Perú, con más de 100 empresas realizando despachos a más de 47 países.
El frijol peruano suele exportarse todo el año de manera consistente. Hasta octubre del 2022, las remesas sumaron 48,566 toneladas por un valor de US$ 67 millones. Dicho resultado representó un crecimiento de 17% en volumen y 15% en el valor. Estos aumentos se dieron tras una ligera caída en el precio recibido por el frijol peruano, que se comercializó en promedio en US$ 1.39 el kilogramo (2% menos que el año anterior).
El incremento de las exportaciones tiene dos explicaciones que se complementan: varios competidores importantes del Perú han realizado el reemplazo de sus cultivos de frijol por otros más rentables, mientras que en los principales destinos se ha obtenido una baja producción que no ha cubierto su demanda interna. Y dado que el problema logístico internacional ha motivado que los países adquieran sus importaciones de países cercanos, el mayor aumento de los envíos peruanos se ha dado hacia Latinoamérica, especialmente a países como Colombia, República Dominicana y Puerto Rico.
El principal proveedor de Latinoamérica solía ser China, pero dada su baja productividad y márgenes, perdió competitividad frente al frijol peruano en la región. Ello en un contexto en el que la producción interna de las regiones caribeñas se vio gravemente afectada por fuertes lluvias. Estos países atraviesan por una recuperación económica que les ha permitido incrementar su demanda en un escenario de menor oferta interna y de China.
En toda Norteamérica también se presentó una situación similar. La principal diferencia destacable es que la caída de la producción interna de frijol de esos países responde a decisiones comerciales y no a las inclemencias de la naturaleza. Un claro ejemplo es México y Estados Unidos, que optaron por reemplazar una gran cantidad de hectáreas de frijol por cultivos de precios mucho más atractivos como el maíz, el cual experimenta un buen momento. Esta decisión generó un fuerte déficit en la oferta que se espera aumente aún más para el 2023.
Sin embargo, estos crecimientos de envíos no se dieron en todo el mundo. En Asia, donde el frijol peruano era muy apreciado, el Perú perdió competitividad por su lejanía y altos costos logísticos, y esto se reflejó en la caída de las exportaciones de casi 30%. Este resultado fue similar en Europa (con una reducción aproximada del 23% de los envíos), aunque en menor magnitud debido a la incapacidad de China de atender el mercado por completo.
PRINCIPALES DESTINOS
Los principales destinos del frijol peruano fueron los Estados Unidos (36% de participación), Corea del Sur (18%) y República Dominicana (12%). Las exportaciones hacia los Estados Unidos sumaron 16,099 toneladas por US$ 24 millones, 36% mayor en volumen y 35% mayor en valor a comparación de similar periodo del año pasado. En este mercado, el precio promedio fue de US$ 1.51 por kilogramo, 1% menor.
En cuanto a los envíos hacia Corea del Sur, alcanzaron las 5,423 toneladas por US$ 12 millones, 32% menos en volumen y 31% menor en valor respecto al periodo previo. El precio que se pagó en el mercado asiático por el producto peruano fue de US$ 2.20 por kilogramo, 1% mayor.
Los envíos hacia República Dominicana fueron de 4,790 toneladas de frijol por US$ 8 millones, 55% mayor en volumen y 49% mayor en valor. El precio que se pagó en este destino durante el periodo analizado fue US$ 1.65 por kilogramo, 4% menor que el periodo anterior.