El comercio internacional de uvas frescas está atravesando difíciles momentos en todo el mundo. Debido al liderazgo de las exportaciones peruanas de este producto, la expectativa sobre una caída en volumen debido a factores climáticos ha impactado directamente en la dinámica actual de los mercados más importantes. Y las decisiones de comercialización en estas plazas principales están mostrando claras consecuencias en aquellos destinos menos atendidos. Así, queda clara la importancia que tiene el producto peruano y el poder de negociación que podría poseer de consolidar aún más su liderazgo en el futuro.
El factor más determinante de la actual campaña peruana 2023/2024 ha sido el clima. Las altas temperaturas que afectaron los cultivos la mayor parte del 2023 han generado que los ciclos productivos de la uva se aceleren. Esto produjo que la campaña actual se adelante hasta finales de agosto (normalmente arranca en septiembre). Con ello, en lo que va de la temporada, gracias al anticipo de envíos, la exportación de uva fresca suma 391,523 toneladas por un valor de US$ 1,161 millones. Esto representa un crecimiento del 31% en volumen y 56% en valor en lo que va de la campaña hasta diciembre. Sin embargo, estas cifras pueden ser muy engañosas debido al adelanto de la temporada.
En realidad, según las últimas proyecciones realizadas por FreshFruit, se espera que en esta temporada 2023/2024 los volúmenes exportados caigan en alrededor del 10%. Las lluvias dañaron campos, pero el mayor perjuicio vino por las altas temperaturas que afectaron la calidad del producto de los campos que sí produjeron. Se ha reportado en muchos de ellos una disminución en los calibres y la integridad del fruto, lo que ha generado mayores mermas y menor cantidad de producto apto para la exportación.
Con respecto al precio, la influencia que tiene la producción peruana sobre la cotización de la uva se ha hecho notar. Y si bien hasta diciembre el volumen creció, se ha registrado mucha especulación por la escasez que se viene. Para asegurar su abastecimiento, muchos supermercados han estado dispuestos a pagar más por compras futuras y eso ha afectado también al precio actual. Es preciso indicar que la escasez futura del Perú ha agudizado problemas regionales de abastecimiento, lo que exacerbó todavía más la especulación de precios actual. Los exportadores peruanos esperaban que los costes cedieran finalizando el año, pero esto no sucedió y no existen indicios fuertes de que vaya a ocurrir en estos primeros meses del 2024. En promedio, los precios FOB de la uva peruana de esta campaña alcanzaron los US$ 2.96 por kilogramo, 19% mayor que la campaña anterior.
Los mayores precios son bien recibidos por todos los exportadores, aunque tendrán diferentes impactos. Y es que la situación de caída en los volúmenes no es la misma en todo el Perú. El norte fue mucho más afectado por las altas temperaturas y la producción se fue en picada. Entre Piura y Lambayeque, la caída será cercana al 30% al finalizar la campaña, por lo que el mayor precio permite equilibrar sus finanzas y evitar lo que de otro modo hubieran sido severas pérdidas. Por el contrario, Ica y Lima observan una situación más favorable y hasta se espera que cierren la campaña con un crecimiento positivo en volumen, por lo que estos mejores precios son para ellos ganancias no previstas.
DINÁMICA INTERNACIONAL
Los envíos de uva están mostrando una tendencia a centrarse en el mercado estadounidense. En lo que va de la campaña, nuevamente este país se ha posicionado como el principal destino, con más del 48% de participación. Con respecto a los volúmenes, estos han crecido en más del 32%, pero se espera que vayan retrocediendo conforme avance el final de la temporada. Los precios obtenidos han sido más que favorables debido a que la la producción interna de regiones como California cortaron su campaña antes de lo previsto por fenómenos naturales como el último huracán que sufrieron. Esto elevó en 16% el precio obtenido por la uva peruana, a pesar del incremento de la oferta, llegando a los US$ 3.08 por kilogramo.
La oportunidad de un mercado norteamericano desatendido afectó los envíos al resto de regiones, como Europa. En el Viejo Continente, a pesar de que los envíos peruanos también registraron un incremento hasta diciembre, se espera que al cerrar la campaña se encuentren por debajo de la anterior. Sin embargo, la baja producción de España y la temprana finalización de la campaña italiana permitieron que, al igual que en Estados Unidos, el mayor volumen peruano entrara con mejores precios. Hasta diciembre, se ha observado un aumento del 29%, llegando a un promedio de US$ 2.76. Así, el menor precio en Europa motivó a los agrexportadores peruanos a preferir Estados Unidos como primer destino.