Las regiones productoras de aceituna en el Perú se concentran principalmente en el sur del país, con Tacna a la cabeza (76% de la producción total nacional). Esta región es el corazón del cultivo de olivos en el Perú, beneficiándose de su clima árido y soleado, ideal para el desarrollo de esta planta mediterránea. Siguiendo a Tacna, se encuentra Arequipa (20%), aprovechando sus valles interandinos que también ofrecen condiciones propicias para el cultivo de olivos. Ica, aunque con una participación menor al 3%, cierra el podio de las principales regiones productoras.
En lo que va del año, los envíos de aceituna sumaron 12,379 toneladas por un valor de US$ 25 millones. Con respecto al 2023, esto significó una caída de casi el 40% en volumen. Sin embargo, el precio por kilogramo aumento en promedio en 68%, lo que logró compensar la caída del volumen. Gracias a ello, el valor total de lo enviado fue prácticamente el mismo que el del año pasado.
La agroexportación de aceitunas en el Perú enfrenta un periodo complicado en el 2024. Diversos factores han contribuido a un descenso notable en la producción y exportación de este producto en el presente año. Las causas que más destacan pasan por el aumento de los costos de producción, la baja de las intenciones de siembra y las condiciones climáticas adversas que afectaron gravemente el rendimiento de los olivares. Estos problemas no solo han reducido el volumen de exportaciones, sino que también han afectado la competitividad del país en el mercado internacional.
El principal derivado de la aceituna es el aceite de oliva y ha experimentado un problema similar. Prácticamente se destina el 20% de la producción nacional de la aceituna para la fabricación de este producto. Hasta junio del 2024, se había reportado exportaciones de aceite de oliva por 667 toneladas por un valor de US$ 4 millones, lo que significó una caída del 75% en volumen y 62% en valor. Con respecto al precio, aumentó en 51% respecto al periodo anterior, pero no fue suficiente para compensar la fuerte caída de las exportaciones.
Esta situación no parece que se revertirá en el corto plazo, considerando que las campañas de los mayores proveedores del mercado peruano también tienen pocos volúmenes disponibles y continuarán así hasta la próxima cosecha.
Los efectos rezagados del fenómeno El Niño del año pasado llegaron en el momento más inoportuno. El mercado internacional había atravesado una etapa de demanda fría para la aceituna y para uno de sus principales derivados, el aceite de oliva, pero en el último año se estaba reportando una creciente demanda dispuesta a pagar mayores precios —coincidiendo con una alicaída producción interna de las principales regiones consumidoras, como lo es Europa y Norteamérica. Todo esto abría una gran oportunidad para generar nuevas posiciones en estas plazas tanto para la aceituna fresca peruana como para consolidar la posición que ya tiene el aceite de oliva.
DINÁMICA DE LAS EXPORTACIONES
El principal destino de las remesas de aceituna fue Brasil. En este país el consumo se ha popularizado tremendamente a pesar de su limitada producción interna que los ha tenido que obligar a importa de Perú, Argentina y España. Sin embargo, con el tiempo el Perú se pudo consolidar como el principal proveedor debido a su posición geográfica y a la calidad de su producto. Con la caída de la producción peruana y el alza de los precios de los mercados internacionales, no se pudo mantener este destino con los mismos volúmenes, reduciéndose en casi 68%. Mientras que el precio se vio casi duplicado, alcanzando los US$ 2.82 por kilogramo, pero que no fue suficiente para compensar.
A pesar de la gran tradición de cultivos de olivo en Chile, estos siguen teniendo una gran cantidad de importaciones de aceitunas, especialmente de España y el Perú. Solo con ello son capaces de completar la oferta necesaria para la gran demanda que tienen. A pesar de que sus volúmenes importados desde el Perú siguen siendo menores que los de Brasil, en porcentaje cayeron menos (40%). El precio también fue uno de los más bajos recibidos por los exportadores peruanos, con apenas US$ 0.86 por kilogramo (19% mayor que el periodo anterior).
Los Estados Unidos fue uno de los pocos destinos que no vio caer el volumen de sus importaciones de aceituna peruana. Hasta junio, se reportó un crecimiento del 14% en volumen. En este mercado se encuentra la mayor cantidad de competencia, pues este país suele importar producto de Grecia, Italia, España y Argentina. Sin embargo, debido al crecimiento de la demanda por productos mediterráneos, también es donde más oportunidades de crecimiento existe. Esto también resalta con el alza de su precio promedio en más de 47%.