Las exportaciones de uva en el Perú se realizan entre agosto y marzo, con picos de envío entre noviembre y febrero. Sin embargo, este año se observó un adelanto en la campaña, la cual inició en junio. En los tres meses que se va exportando (hasta el 20 de agosto), los envíos de uva peruana sumaron 3,237 toneladas, 66% más con respecto al mismo periodo en el 2019.
En cuanto a los precios de la uva peruana, en los primeros meses de campaña se ha pagado US$ 2.1 por kilogramo, 7% más en comparación al obtenido en el 2019. En agosto, con el incremento de la oferta, se empezó a observar una caída en los precios, que llegó hasta US$ 1.91 por kilogramo en la última semana, similar al obtenido el año pasado.
En este periodo, los principales destinos de la uva peruana fueron Colombia, con 33% de participación, Estados Unidos, con 20%, y Panamá, con 19%. Los últimos países son los que más sorprendieron, pues tuvieron crecimientos de 22% y 15%, respectivamente.
Es claro que la campaña 2020/2021 será particular para las exportaciones peruanas de esta fruta, pues los mercados han cambiado sus preferencias a raíz de la pandemia del COVID-19. Para saber qué le depara al Perú con esta fruta es necesario conocer los cambios que están sufriendo sus principales destinos y cómo están afectando a sus principales proveedores. En las campañas anteriores, los principales destinos de la uva peruana fueron Estados Unidos y Europa, que en conjunto tienen más de 70% de participación en las exportaciones peruanas.
BUENA ACOGIDA EN ESTADOS UNIDOS
Estados Unidos, además de ser un país importador, es un país productor de uva, cuya campaña va de mayo a diciembre (similar a la peruana), con picos entre los meses de agosto y octubre. En este país, la uva peruana solo compite con la nacional durante su campaña y, por eso, es necesario conocer cómo va esta.
De acuerdo con las estimaciones de la Comisión de Uva de Mesa de California, la producción de uva en Estados Unidos alcanzará los 7.18 millones de toneladas, volumen similar al de la campaña 2019. Cabe mencionar que la cifra fue reajustada, pues al inicio se estimó un crecimiento en la producción de 4%. Esta campaña se retrasó un par de semanas, por lo que chocará con la peruana en noviembre.
Respecto de la demanda, la comisión señaló que el consumo de uva ha sido fuerte y constante en el país, pues es una fruta dulce, versátil y llena de nutrientes que mejoran el sistema inmunológico, características que buscan hoy en día los consumidores. El incremento de la demanda también se observó en las importaciones, las cuales crecieron 5% en los primeros meses del año. Justamente por este crecimiento, el Perú envió uva antes de lo previsto.
Sobre los precios, durante las últimas semanas, el mercado norteamericano ha estado pagando, en promedio, US$ 3.4 por kilogramo de uva, 10% más que en el 2019. Las uvas nacionales llegaron a cotizar hasta US$ 3.5 por kilogramo, mientras que las mexicanas (cuya temporada está terminando) tienen un precio de US$ 3.2 por kilogramo. Por su parte, la uva peruana se estuvo cotizando por encima del promedio: US$ 3.7 por kilogramo, 27% más que al inicio de la campaña 2018/2019, una buena señal de la acogida que tiene la fruta. Cabe resaltar que la uva peruana tiene un rango amplio de precios que depende de las variedades. Las tradicionales, como la Red Globe, tuvieron un precio de US$ 3.13 por kilogramo, mientras que las variedades sin semillas, como la Black Seedless, llegaron a tener un precio de US$ 4.39 por kilogramo.
UNA POSIBLE SOBREOFERTA EN EUROPA
Europa es un continente que, si bien importa cantidades significativas de uva, tiene zonas productoras. Los países que tienen campaña similar a la peruana son España e Italia, que producen entre junio y enero, con picos entre los meses de agosto y octubre. De acuerdo con Cooperativas Agro-alimentarias de España, este año la campaña de uva se está viendo favorecida en el país ibérico gracias al buen clima de la primavera. El incremento de las temperaturas ha favorecido el desarrollo de la fruta y su florecimiento, dando uvas sanas y de gran calidad, con una producción que se estima 9% mayor a la del 2019.
En el caso de Italia, se está observando una situación similar. Según el Instituto de Servicios para el Mercado Agroalimentario (ISMEA), las buenas condiciones climáticas han contribuido a tener una producción abundante y de calidad. Diversos productores estiman que la producción podrá ser hasta 20% más alta que en el 2019. Cabe mencionar que tanto el 2018 como el 2019 fueron años malos para el producto, y que la recuperación de este 2020 es buena, pero no alcanza el promedio de los buenos años.
Respecto de la demanda europea, se observan factores a los que se debe estar pendientes. Si bien la fruta tuvo una demanda constante en los últimos meses, en agosto se empezaron a observar desequilibrios entre la oferta y la demanda. De acuerdo con la Coordinadora de Organizaciones y Agricultores Ganaderos (COAG) de España, los rebrotes y el impacto del COVID-19 en la economía familiar están afectando el mercado europeo de uva. Esto también se vio reflejado en las importaciones, que han pasado de crecer 11% en los primeros meses del año, a tener una caída de 3% en junio y julio.
En cuanto a los precios, el mercado europeo ha estado pagando US$ 2.63 por kilogramo de uva, 5% más que en el 2019. Las más cotizadas actualmente son las importadas desde Egipto, que llegan a costar hasta US$ 2.83 por kilogramo, mientras que las de España e Italia se cotizan entre US$ 2.3 y US$ 2.9 por kilogramo. Las uvas de variedades tradicionales, como la Red Globe, tienen un precio de US$ 2.43 por kilogramo, mientras que las variedades sin semilla, como la Crimson, tienen un precio de hasta US$ 2.98 por kilogramo. Las uvas peruanas aún no llegan a Europa, pero encontrarán precios relativamente más altos que los obtenidos en el 2019.
IMPACTO EN CHILE
El principal proveedor de uva en el mundo es Chile, con 16% de participación. La campaña exportadora de este país va de diciembre a junio, con picos de envío entre los meses de febrero y mayo.
Al inicio de la campaña de uva chilena, la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (ASOEX) estimaba que los envíos alcanzarían un monto similar al del 2019 (739,858 toneladas). Sin embargo, con el paso de los meses, la campaña fue mostrando un resultado diferente. A fines de junio, las exportaciones chilenas de uva sumaron 686,328 toneladas por US$ 931 millones, 8% menos en volumen y 25% menos en valor. Al igual que en la campaña previa, los principales destinos de la fruta chilena fueron Estados Unidos, con 46% de participación, y Europa, con 16%. En el primer mercado se observó una contracción de 7% en los envíos, mientras que en el segundo se observó un ligero incremento de 0.7%.
Los resultados obtenidos en la campaña se debieron a diferentes factores. Uno de los más importantes fue la caída en la producción, derivado principalmente de una disminución en las hectáreas sembradas por falta de agua (un tema que se hace cada vez más frecuente en la agricultura chilena). A este problema se sumó una transición en las variedades cultivadas, el país está dejando de lado uvas tradicionales, como la Red Globe y la Flame, para sustituirlas por las variedades sin semillas, las cuales tienen mayor acogida en el mercado internacional.
Además, durante los meses más importantes de la campaña, se observaron problemas logísticos en los puertos, ello a causa de la disminución de personal y los nuevos protocolos implementados por los gobiernos. Asimismo, se presentaron contratiempos importantes con respecto a los contenedores, ya que las navieras no han tenido el suministro de contenedores suficiente debido a la poca rotación de barcos (problema que inició en China y Europa, y que ahora se observa en Estados Unidos).