La cereza, una promesa aún temprana

La cereza se encuentra en una fase experimental desde el 2018. Este producto genera gran expectativa comercial.

Cuando se discute sobre productos que puedan aportar mayor valor comercial a la canasta agroexportadora peruana, la cereza suele ser mencionada. Este fruto de gran demanda mundial vio sus primeros experimentos en el Perú por el año 2018. Sin embargo, aún no ha logrado alcanzar un resultado productivo aceptable, a diferencia de la frambuesa, que ya está lista para realizar pruebas comerciales.

En los primeros intentos por obtener cereza en el Perú se logró que la planta floreciera. Sin embargo, esta no presentó cuaje (proceso de transición del ovario de la flor a fruto). Esta etapa es muy relevante, pues con ella se podrá proyectar el real potencial de la fruta (medir su rendimiento potencial por hectárea).

Los intentos iniciales se han dado en la región de Arequipa, aún sin conseguir los resultados esperados. Por lo cual, los pioneros de esta plantación están optando por explorar nuevas zonas que cumplan con los requerimientos del fruto, como periodos de clima frío no tan prolongados. Otras posibles zonas que se van a evaluar son Huancavelica y Huaraz.

Además de lograr rendimientos atractivos, se está buscando que la zona donde se cultive sea capaz de generar campañas entre los meses de julio y octubre, con la finalidad de —al menos en esta etapa inicial— no cruzarse con la campaña chilena. De este modo, este fruto cumpliría con las fuertes expectativas comerciales que se tienen desde hace muchos años. La perspectiva es que el 2024 ya se tenga un resultado positivo.


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