Las exportaciones de naranja fresca llegaron a sorprender en julio. En dicho mes, las remesas peruanas totalizaron 3,847 toneladas por US$ 2 millones. En comparación al mismo mes del 2022, esto fue 187% más en volumen y casi el triple en valor. El precio promedio en el mercado internacional fue de US$ 0.51 por kilogramo, lo cual significó un aumento del 7% con respecto al año pasado.
En este mismo mes, el cítrico llegó a 11 destinos, de los cuales tres concentraron el 81% de los envíos. Estos fueron los Países Bajos, con 53% de participación; seguido por el Reino Unido, con 15%; y República Dominicana, con 13%.
Las exportaciones hacia los neerlandeses sumaron 2,045 toneladas por US$ 1 millón; es decir, 183% más en volumen y 4 veces más en valor que el año pasado. En este mercado, el precio de la naranja peruana ascendió a los US$ 0.51 por kilogramo, reflejando así un aumento de 49%.
Por otro lado, los envíos hacia el Reino Unido totalizaron 751 toneladas por US$ 286,000, lo cual fue el triple en volumen y 57% mayor que el 2022. Este aumento del volumen tan desigual al del valor se vio reflejado en el precio promedio al cual se vendió el producto: US$ 0.38 por kilogramo; es decir, 54% menor que el año pasado.
Cerrando el podio, se encontró República Dominicana. Hacia este país las remesas de naranja fresca sumaron 373 toneladas por US$ 250,000. En comparación al 2022, esto significó un aumento tanto del volumen (+179%) como del valor exportado (174%). El coste promedio en esta plaza cayó 2%, fijándose en US$ 0.67 el kilogramo, el cual —pese a la caída— fue uno de los mejores precios que recibió el fruto peruano en el mundo.