Este año no ha sido bueno para las exportaciones de mandarina. La campaña empezó atrasada debido a las altas temperaturas registradas en la primera mitad del año, lo cual impidió que la fruta alcance su proceso de coloración y menguó su calidad. Entre enero y octubre, se vendieron 118, 099 toneladas por US$ 137 millones, lo cual significó una caída en el volumen de 44% y del valor en 40%.
Los Estados Unidos, el principal mercado de destino, redujo considerablemente su demanda, ya que hasta octubre solo importó 53,413 toneladas por US$ 64 millones, registrando así una reducción del 60% en el volumen y del 58% en el valor. Sumado a ello, el Reino Unido, que era el segundo mercado destino en el 2022, pasó al tercer lugar, con un total adquirido de 11,051 toneladas por un valor de US$ 12 millones. Es decir, una caída del 36% en volumen y del 26% en el valor respecto al año pasado.
Los Países Bajos fue el único del top 3 con buen desempeño en el 2023. Hasta octubre se logró vender 17,648 toneladas por US$ 21 millones, lo cual significó un aumento del 20% en el volumen y del 51% en el valor. Esto le permitió a este destino ubicarse como el segundo más importante para el Perú, mejorando en una posición.
Las mandarinas peruanas han tenido gran aceptación en el mercado europeo, sin embargo, debido a la reducción de los envíos por los efectos del Niño Costero, las exportaciones se han contraído. Según el director general de la compañía alemana Rolf Koch GmbH, Jürgen Weiler, las mandarinas Nadorcott, en las primeras semanas de noviembre, han tenido una alta demanda. Ello permitió que las mandarinas peruanas presentasen una ventaja competitiva en cuanto a calidad y precio, puesto que en comparación con al producto español, las mandarinas peruanas son un 20% más baratas y su sabor agrada a los consumidores.