El jengibre enfrentó diversos desafíos a nivel global desde el inicio del 2023, siendo uno de los principales la baja calidad ofrecida por los principales productores. China, el principal abastecedor de jengibre en el mundo, fue el más afectado, pues su cosecha de octubre del 2022, que es con la que atendió los pedidos de gran parte del 2023, no tuvo buenos resultados en cuanto a la calidad ofrecida. Y esto se notó en algunos países europeos y en Estados Unidos, que no se mostraron muy satisfechos con su producto.
Algo similar le pasó al jengibre peruano, que si bien está entre los líderes globales, está muy por debajo del chino en cuanto a participación de mercado. En algunas ocasiones, el producto peruano fue desechado por encontrarse contaminado con algunas bacterias que impedían su comercialización. Esto ocurrió en Alemania, en donde se tuvo que destruir varios envíos procedentes del Perú, lo que incluso llevó a pensar en cerrar el mercado a este origen.
Para solucionar este problema, China decidió enfocarse en mejorar la calidad de su siguiente cosecha, que se dio en octubre del año pasado. Y para tener una nueva oportunidad entre los consumidores, decidió incluso salir al mercado con menores precios, presionando tanto al jengibre brasileño como al peruano para llevar los precios a la baja. Esta presión fue mayor en los destinos asiáticos, que son los más cercanos a China y en los que podía tener algo más de control. La demanda de Corea del Sur por jengibre peruano, por ejemplo, se vio considerablemente reducida para el 2023, dejando prácticamente de lado al Perú tras un 2022 en el que había competido de igual a igual por cada punto de participación en ese destino con China. Asimismo, la propia China, que el 2022 consumió jengibre peruano, en el 2023 dejó de recibir envíos peruanos para dar cabida a su lastimada producción local. Felizmente para los intereses peruanos, la situación fue diferente en Europa y Norte América, lo que le permitiría tener un buen año.
UN AÑO MUY COMPLEJO PARA EL PERÚ, PERO QUE TERMINÓ BIEN
A inicios del 2023, con unos primeros meses relativamente bajos comparados con el 2022, ya se presagiaba un mal año para el jengibre peruano. Y esto se agravó con la llegada del fenómeno El Niño, que amenazaba con dañar cultivos y retrasar sus cosechas y ventanas exportadoras. Sin embargo, el jengibre fue uno de los pocos productos agrícolas que pudo terminar positivamente el año, debido a la gran acogida que tuvo en los Estados Unidos y los Países Bajos, y que pudo ser atendida gracias a los stock con los que se contaba. Además, los problemas de calidad y volúmenes que ha enfrentado China desde la pandemia del 2019 han conducido a que en este destino cada vez se prefiera y valore más al jengibre peruano que al chino, a pesar de ser este último el mayor proveedor global.
Desde marzo, los envíos se dispararon notablemente, y esa tendencia se sostuvo hasta diciembre. Con ello, en todo el 2023 el Perú llegó a exportar 75,679 toneladas de jengibre por US$ 127 millones; es decir, 30% más en volumen y 79% más en valor que el año anterior. El incremento del precio del jengibre, gracias a la mayor aceptación, fue de 38% sobre el del
2022. Y este gran año le permitió al jengibre subir cuatro posiciones en el ranking de agroexportaciones peruanas, ubicándose al cierre del 2023 en el puesto 10 por primera vez en su historia.
DINÁMICA INTERNACIONAL
En cuanto a los países que conquistó el producto en el 2023, el estadounidense encabezó nuevamente la lista con el 42% de participación; seguido por el neerlandés, con el 33%; y cerrando el podio sorprendió el canadiense, con el 5%, mientras que el de Corea del Sur, que había saltado al tercero y venía consolidándose, cayó seis posiciones tras el embate chino en este destino.
Con respecto a los Estados Unidos, volvió a ser el principal mercado del jengibre peruano, con un incremento importante, tanto en el volumen y valor exportado, de 15% y 51%, respectivamente. Con ello, el país norteamericano llegó a adquirir 31,721 toneladas por US$ 54 millones, lo cual también estuvo acompañado de un crecimiento del precio promedio de 31%, llegando a cotizarse el producto en US$ 1.70 por kilogramo.
Por su parte, las importaciones de los Países Bajos venían con una racha desfavorable desde los últimos dos años. Sin embargo, en el 2023, esta se rompió y llegó a tener un crecimiento exponencial, llegando a superar el récord impuesto en el 2020 (con menos de US$ 30 millones adquiridos). El año pasado, el Perú llegó a exportar hacia este país 24,447 toneladas de jengibre por US$ 42 millones, lo cual significó un incremento en el volumen de 63% y en el valor de 171% con respecto al 2022. En cuanto al precio promedio, este también se vio favorecido, llegando a aumentar 66%, dejando al producto en US$ 1.73 por kilogramo.
En el caso de Canadá, fue un mercado que sorprendió el año pasado, llegando a escalar dos puestos dentro de los principales compradores. Las adquisiciones de este país sumaron 3,746 toneladas por US$ 6 millones, siendo esto 33% más en volumen y 113% más en valor. El precio también incrementó en 60%, dejándolo en US$ 1.73 por kilogramo.
Como ya se indicó antes, distintas plazas del mercado asiático desaparecieron en el 2023, quedando solo Corea del Sur y Japón. El mercado surcoreano y chino se venían desarrollando positivamente en el 2022, lo cual se esperaba que siguiera así para el año pasado; sin embargo, los mejores precios y la mejora en la calidad del jengibre chino supusieron una barrera al jengibre peruano, retrocediendo el desarrollo en este continente. Tras ello, la reacción de los agroexportadores peruanos fue rápida al seguir concentrándose en el mercado europeo y, con ello, seguir expandiéndose, pero para este 2024, se debería tener en cuenta las mejoras incorporadas a su campaña actual por parte del principal exportador de jengibre en el mundo, China.