El mercado internacional de la cebolla ha tenido bruscos movimientos en el último semestre, pues existe una demanda creciente en todo el mundo que no ha podido ser atendida en su totalidad. Algo que se ha complicado porque las producciones globales se han visto bastante limitadas debido a las adversas condiciones climáticas del año pasado, lo cual ha estado repercutiendo fuertemente en las existencias en los principales mercados del mundo.
Y esto ha motivado a que varios países impongan aranceles a la exportación de cebolla para desincentivar la salida de su producción local y con ello poder reducir los precios en sus mercados internos. Siendo un producto de uso corriente en todas las cocinas del mundo, tienen un impacto negativo sobre la gestión de los gobiernos cuando su precio se eleva mucho. Pero esto no ha hecho más que afectar la disponibilidad de cebolla en los mercados más grandes, en donde la escasez ha repercutido fuertemente en el precio a lo largo de lo que va del año.
Para el Perú, la situación internacional no ha sido desfavorable del todo, ya que los excelentes precios en el mercado internacional han permitido compensar con creces la limitada producción peruana (que se espera termine normalizándose en lo que resta del año). De enero a junio de este año, se envío un total de 74,629 toneladas por un valor de 33 millones. Esto significó un crecimiento del 14% en volumen y 51% en valor. El Perú ha sido de los países que no impuso aranceles a la salida de la cebolla, por lo que los productores pudieron destinar más producto al exterior y obtener los buenos precios de afuera y generar en el mercado interno mejores costes también ante la menos disponibilidad local. Los precios para exportación llegaron a US$ 0.45 por kilogramo, es decir 32% mayor que en el 2023.
Para el segundo semestre es probable que los volúmenes internacionales presenten cierta recuperación y los precios se estabilicen, algo que ya se está observando en realidad, pues en el último mes el precio ha caído a US$ 0.39 por kilogramo. De acuerdo con Fresh Fruit, al final de año se tendría un crecimiento de 8% en volumen y cercano al 30% en valor.
DINÁMICA INTERNACIONAL
El mercado estadounidense ha tenido grandes problemas para abastecerse de cebolla. Para empezar, la producción interna ha tenido fuertes adversidades con las condiciones climáticas adversas, en especial las precipitaciones en la región de California. Además de ello, enfrentaron grandes impedimentos en la importación. Su socio más conveniente, México, también ha presentado bajas cosechas por condiciones climáticas. Otros grandes proveedores —como India y Egipto— pusieron restricciones a la exportación de su cebolla para proteger su consumo interno. Ante ello, el Perú encontró muy buenos precios y pudo colocar más volumen de cebolla al tener un mercado sin restricciones. En el primer semestre se pudo colocar 31% más volumen con un incremento de 79% en el valor.
En Europa la situación fue parecida a inicios del año. Sin embargo, la producción interna europea ha sabido recuperarse, generando menores espacios que los disponibles en los Estados Unidos. Además, los precios no crecieron en la misma magnitud. En este destino, los envíos peruanos crecieron 2% en valor por prácticamente el mismo volumen.