Exportaciones de palta alcanzan por primera vez los US$ 1,034 millones en el primer semestre

El 2025 ha confirmado que el techo aún no ha llegado. Solo en el primer semestre, las exportaciones peruanas de palta superaron las 545,859 toneladas y generaron más de US$ 1,034 millones.

El pasado 10 de julio, la Cancillería de Lima fue sede de una nueva edición del Fresh Report, el informe de referencia para el sector agroexportador peruano. Durante el evento se compartieron perspectivas a corto, mediano y largo plazo para el sector. En una de las mesas de diálogo, liderada por el fundador de Fresh Fruit, Luis Corvera, y con la participación de gremios como ProHass, se destacaron cifras importantes de la exportación de palta: más de 80 mil hectáreas de palta Hass integradas a la exportación, involucrando a más de 22 mil productores, de los cuales 21 mil poseen menos de una hectárea. Este modelo de producción atomizado refleja la inclusión y el alcance territorial de la palta que, en poco más de una década, se ha consolidado entre los productos agrícolas permanentes más importantes del país.

EL AÑO DE LA ABUNDANCIA

El 2025 ha confirmado que el techo aún no ha llegado. Solo en el primer semestre, las exportaciones peruanas de palta superaron las 545,859 toneladas y generaron más de US$ 1,034 millones, un incremento del 35% en volumen y 20% en valor respecto al mismo periodo del año anterior. En los años 2023 y 2024, los envíos del primer semestre representaron entre el 63% y 65% de la carga anual, esto muestra el rango que todavía existe para que sigan aumentado los valores de la exportación de palta.

El precio promedio de la palta en este primer semestre fue de US$ 1.90 por kilogramo, una disminución del 11% frente al 2024, cuando rondó los US$ 2.13 por kilogramo. Este descenso fue particularmente más evidente en junio, registrando el precio promedio más bajo —US$ 1.69 por kilogramo—, debido al incremento de la competencia.

Entre los principales destinos de palta peruana, Europa continúa absorbiendo la mayor parte del volumen peruano, pero a precios más ajustados. Los Países Bajos han consolidado su posición como el mayor comprador de palta peruana, representando el 34% del valor exportado, seguidos por España con el 17% y Estados Unidos con el 14%.

El mayor suministro de palta peruana ha modificado la dinámica internacional, impactando incluso al principal exportador mundial (México) en su principal mercado (Estados Unidos). Actualmente, el mercado estadounidense enfrenta una sobreoferta: México, el líder histórico, ha optado por reducir sus precios, empujando a todos los actores a una competencia de precios poco favorable. Para el Perú, que hace una década aspiraba a ingresar con fuerza a ese mercado, el desafío ahora es incrementar su cuota en un entorno más competitivo.

Para los exportadores, diversificar ya no es solo una consigna, sino una necesidad estratégica para el crecimiento sostenible. En medio de este reajuste, Asia emerge como el horizonte más prometedor. China, Japón y Corea del Sur representan, en conjunto, el 11% del valor exportado y han mostrado una demanda creciente por la fruta peruana, con precios superiores al promedio y un potencial de crecimiento que aún permite mayores envíos.

UN SECTOR BAJO PRESIÓN

El auge de la palta ha generado un clima de optimismo en las principales regiones productoras (Lima, Lambayeque, Ica, La Libertad y Áncash), pero los resultados invitan a la cautela. Aunque más del 60% del volumen se exporta entre enero y junio, aún quedan meses importantes para la campaña, como julio y agosto. Sin embargo, la creciente volatilidad de los precios obliga a repensar las estrategias del sector. La fórmula de éxito de años anteriores —basada en una mayor expansión de hectáreas y volúmenes— empieza a mostrar señales de agotamiento, lo que pone sobre la mesa la necesidad de diversificar variedades y extender la ventana comercial a lo largo del año.

Hasta ahora, el sector ha demostrado eficiencia logística y una notable capacidad para colocar su oferta en los mercados internacionales. No obstante, la sostenibilidad del crecimiento dependerá de quienes apuesten por la productividad, la calidad y, sobre todo, la diferenciación. La palta peruana, reconocida en los mercados más exigentes, debe aspirar a ser algo más que una commodity y consolidarse como un producto de valor agregado, calidad, trazabilidad y sostenibilidad.


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