Si bien aún no inicia la parte principal de la campaña de arándano, más del 70% del volumen anual se despacha entre agosto y diciembre, los envíos realizados durante el primer semestre van dando alguna información importante respecto del comportamiento del precio en el mercado internacional. Los primeros despachos —alrededor del 15% de las exportaciones anuales de arándano fresco— funcionan como un termómetro temprano del entorno comercial que enfrentará el Perú en los meses de mayor producción.
UNA PRIMERA MITAD DEL AÑO CON MENORES PRECIOS Y MENOS VOLUMEN
Durante el primer semestre del 2025, el precio promedio del arándano peruano se ubicó en US$ 5.84 por kilogramo, lo que representó una caída del 16% respecto de los US$ 6.82 registrados en el mismo periodo del 2024. Esta disminución se ha acentuado particularmente desde abril, cuando el precio alcanzó su pico semestral (US$ 8.24/kg) y descendió progresivamente hasta llegar a US$ 5.05 el kilogramo en junio. Un comportamiento muy diferente comparado con el 2024, cuando hubo incrementos sostenidos desde abril hasta alcanzar valores cercanos a los US$ 10 por kilogramo entre agosto y septiembre.
El primer semestre del 2025 no solo presentó precios más bajos, sino, también hubo menores despachos que los del periodo anterior. En total, se exportaron 44,213 toneladas por un valor de US$ 258 millones, lo que reflejó una disminución de 6% y 21% en volumen y valor respecto a igual ciclo del año anterior, respectivamente.

EXPECTATIVAS PARA LA TEMPORADA ALTA
De cara a los meses fuertes de la campaña (que arranca normalmente en agosto), todo apunta a que la presión sobre los precios podría continuar y tener costes por debajo de los vistos en el 2024. El comportamiento de los volúmenes semanales adelanta parte del panorama. Pues en la semana 27 (inicios de julio), los despachos ya superaron las 3,200 toneladas, algo inédito para esta altura del año. El año pasado, recién durante la semana 32, se alcanzaron envíos semanales de ese tamaño. Este adelanto en la oferta podría marcar una campaña 2025/2026 más acelerada y con presión temprana en los principales mercados.
Si bien se proyecta que los precios no sean tan altos como los niveles alcanzados en el 2024, esto no necesariamente implicaría una contracción del valor exportado. La clave estará en capitalizar el crecimiento en volumen y seguir fortaleciendo la presencia en mercados estratégicos.
EL RETO: VALOR AGREGADO Y DIFERENCIACIÓN
Para mitigar los riesgos de una mayor caída en precios, el sector deberá apostar por una segmentación más eficiente del producto, diferenciando claramente entre fruta premium y estándar, y priorizando los canales de comercialización directa con grandes cadenas internacionales. La consolidación del Perú como líder mundial en exportación de arándano dependerá de su capacidad no solo de producir más, sino de vender mejor.