Estados Unidos es un gigante del mercado exportador de alimentos como soya, maíz, trigo y algodón. Sin embargo, la gran demanda generada por el poder de compra de la población de este país ha hecho que los productos agrícolas comprados de todo el mundo vayan incrementando año tras año durante la última década. Detrás de la demanda está un consumidor que consume frutas, hortalizas, café, cacao y productos procesados durante todo el año.
En el 2024, Estados Unidos importó alrededor de US$ 183 mil millones en productos agrícolas y relacionados para consumo, mientras que sus exportaciones agrícolas sumaron unos US$ 132 mil millones. La tendencia de fondo es que el consumidor norteamericano necesita más alimentos día a día con lo cual se genera un incentivo a tratar de abastecer ese mercado de diversas formas. Entre el 2016 y el 2024, las exportaciones agrícolas crecieron en promedio 3% al año, mientras que las compras de productos agrícolas del mundo crecieron alrededor de 7% anual.


Estrategia peruana
El Perú ha venido impulsando una estrategia de diversificación de mercados, con mayor foco en Asia y apoyándose en el desarrollo del terminal multipropósito de Chancay, que abrirá mejores accesos hacia ese bloque. Sin embargo, la creciente y sostenible demanda del consumidor de Estados Unidos resulta imposible dejar de lado.
Según cifras oficiales de la USDA, las exportaciones agrícolas de Estados Unidos alcanzaron unos US$ 82 mil millones hasta agosto del 2025, mientras que las compras llegaron a US$ 127 mil millones. Este contexto sigue reflejando un consumo en expansión que países como el Perú atienden. En el 2024, el país se ubicó como octavo proveedor agrícola de Estados Unidos, pasando de US$ 3,793 millones a US$ 4,448 millones (+17%).
Para conocer las principales exportaciones de Perú a Estados Unidos, descarga nuestro informe: Estados Unidos: el gran actor del ciclo agroexportador peruano.
¿Quién abastece al mercado estadounidense?
Estados Unidos es atendido principalmente por sus países vecinos, sin embargo, algunos puntos claves son:
- Canadá y México son los principales socios agrícolas: en conjunto explican alrededor del 42% de las importaciones agrícolas estadounidenses.
- Italia se mantiene como el tercer proveedor (4% del total), seguida de Francia y Brasil (alrededor de 3% cada una).
- Entre los países sudamericanos, Brasil, quinto proveedor global, lidera con exportaciones por US$ 5,719 millones (+29%). Le siguen Perú, en la octava posición con US$ 4,448 millones (+17%); Colombia, noveno con US$ 4,208 millones (+9%); y Chile, en la posición 14, con US$ 2,974 millones (+6%).
¿Qué importa Estados Unidos?: la anatomía de su demanda agrícola
La composición de la canasta importadora revela la lógica del mercado.
- Productos que casi no produce: café, cacao y azúcar
En el componente de commodities, Estados Unidos importa mayormente bienes que no produce a escala competitiva:
- Café, que ya representa cerca del 5% del total de importaciones agrícolas y se ha convertido en un insumo casi “esencial” para el consumidor estadounidense.
- Cacao y derivados (excepto chocolate), que explican alrededor del 2% del total; el chocolate aporta otro 2%.
- Azúcares y otros productos tropicales, donde la producción doméstica es limitada frente a la demanda de la industria.
Estos flujos anclan cadenas globales de valor que se originan, principalmente, en América Latina y África.
- Frutas y hortalizas: de complemento estacional a dependencia estructural
El cambio más profundo, sin embargo, está en los frescos. En la década de los ochenta, alrededor del 30% de la oferta de fruta fresca disponible en Estados Unidos provenía de importaciones; hoy, la proporción se acerca al 60%, y para las hortalizas frescas el salto también ha sido marcado.
En el 2024:
- Estados Unidos exportó alrededor de US$ 16 mil millones en frutas.
- Mientras que las importaciones de Estados Unidos fueron US$ 33 mil millones en esta misma categoría, donde destacan:

En la práctica, Estados Unidos ha pasado de ser un comprador de alimentos para llenar vacíos estacionales a generar relaciones con proveedores externos para sostener el consumo durante todo el año. Es decir, el gigante norteamericano exporta principalmente commodities (soya, maíz, trigo, algodón) y compra al mundo frutas frescas y más valor agregado, especialmente en categorías por las que el consumidor está dispuesto a pagar mejor.
Lectura estratégica para Perú
Para Perú en particular, las compras estadounidenses dejan varios mensajes:
• El espacio está en los frescos y en los procesados de valor
Frutas, vegetales, café, cacao y productos con valor agregado son segmentos donde la región es competitiva por clima, costos y experiencia exportadora. El hecho de que estos rubros hayan casi triplicado sus valores exportados en ocho años refuerza la oportunidad.
• La competencia se mueve por ventanas y por estándares
Dado que Estados Unidos importa lo que el consumidor ve directamente en góndola, la lucha por participación se da en dos frentes:
– Calendario: quién puede abastecer en las ventanas donde la producción local o de otros proveedores cae.
– Cumplimiento: quién llega con mejores credenciales sanitarias, sostenibles y logísticas.
• El riesgo está en depender demasiado de un solo mercado… que está creciendo muy rápido
El tamaño del mercado estadounidense hace inevitable que concentre una porción elevada de las exportaciones de frutas y hortalizas de la región. El reto es aprovechar esa escala ya conocida mientras se construyen alternativas en Asia y Medio Oriente.
• El siguiente salto vendrá por segmentación, no solo por volumen
En un mercado donde las importaciones de frutas ya rozan los US$ 33 mil millones y las de vegetales superan los US$ 21 mil millones, el margen no está solo en vender más kilos, sino en entrar a nichos específicos: variedades diferenciadas, orgánicos, productos con relato de origen, formatos listos para consumo o con mayor grado de procesamiento.
