En los últimos cinco años, China ha sido el principal proveedor mundial de ajo y jengibre. Sin embargo, su oferta se ha visto frustrada en los primeros meses del año por la aparición del coronavirus. Con el objetivo de controlar la propagación de esta nueva enfermedad, muchos negocios en el gigante asiático tuvieron que suspender tanto comercio como operaciones. Esta situación brindó al Perú la oportunidad de suplir la demanda mundial por estos productos, creciendo así sus exportaciones en los primeros meses de este año.
En enero, las exportaciones de ajo fresco alcanzaron las 1,678 toneladas por US$ 3.2 millones, creciendo 23% en volumen y 72% en valor, con respecto a enero del 2019. Un mes después, el ajo creció 17% en volumen y 66% en valor. Dado que el volumen que el Perú y otros países exportadores lograron incrementar no satisfizo la demanda, se generó un incremento en el precio. En promedio se cotizó a US$ 2.08 el kilogramo en el primer bimestre, un 64% por encima del precio del mismo bimestre del 2019. En Estados Unidos, los envíos se elevaron 85% en volumen, mientras que el precio promedio fue US$ 2.36 por kilogramo.
En el caso del jengibre, solo en enero se exportaron 2,200 toneladas por un valor de US$ 4.3 millones. Esto representó un crecimiento de 168% en volumen y 92% en valor en comparación con el mismo mes del 2019. En febrero, el crecimiento fue similar: 142% en volumen y 89% en valor. Los principales destinos fueron Estados Unidos (creció 175% en volumen), los Países Bajos (159%) y Canadá (137%), que en conjunto concentraron el 85% del total de envíos. A diferencia del ajo, los países productores de jengibre sí pudieron cubrir el espacio dejado por China, por lo que el precio registró una caída. En el mercado estadounidense, por ejemplo, el precio promedio fue US$ 2.21 por kilogramo, que representó una disminución de 28% con respecto al del primer bimestre del 2019.