El pasado 10 de mayo se anunciaron las negociaciones comerciales entre el Perú y Nicaragua, para establecer el marco regulatorio y las condiciones que finalmente resultaría en la suscripción del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre dichos países. Si bien hasta el año pasado las agroexportaciones peruanas al mercado nicaragüense eran principalmente de uva fresca (547 toneladas por US$ 983 mil), existe un amplio potencial para muchos productos agrícolas de nuestra oferta exportable.
En un año típico como el 2019, Nicaragua importó gran parte de las frutas y hortalizas que el Perú tiene en su canasta. Por ejemplo, importó 20 mil toneladas por US$ 7 millones de cebolla, con un salto de 79% en el valor respecto al año previo. Al mismo tiempo, el Perú exportó 242 mil toneladas por US$ 86 millones. Cabe resaltar que mientras que el bulbo se cotizó en US$ 0.37 por kilogramo en Nicaragua, el Perú recibió en promedio $ 0.35 por kilogramo. Otro producto potencial es el ajo, cuya importación en el país centroamericano ascendió a 2 mil toneladas por US$ 1 millón, a un precio de US$ 0.59 por kilogramo. Mientras tanto, el Perú exportó 12 mil toneladas por US$ 17 millones a un precio promedio de US$ 1.46 por kilogramo.
Podrían sumarse las fresas frescas y procesadas, que Nicaragua adquirió a US$ 4.16 por kilogramo (122% más que el precio obtenido por la fresa peruana en el mundo), o el pimiento, adquirido a US$ 2.45 por kilogramo (34% más). De esta manera, el producto peruano podría sacarle ventaja a dicho TLC para implementar una estrategia de desarrollo de mercados regionales.