La frambuesa peruana podría convertirse en un importante producto del sector agroexportador, dado que está registrando una expansión en sus envíos, debido al incremento de la demanda internacional. Entre 2014 y 2018, las importaciones mundiales de frambuesa han crecido a un ritmo de 12% anual, superando los US$ 2,500 millones, un récord nunca antes alcanzado.
Los principales mercados importadores, hasta octubre del 2019, fueron Estados Unidos y Alemania, concentrando 41 y 11% de los envíos mundiales, respectivamente. Mientras que los principales exportadores fueron México (41% del total), España (18%) y Estados Unidos (12%).
En el Perú, esta fruta de exportación se encuentra en etapa de prueba. Desde el 2012, año en que se importaron plantas madre de frambuesa de Chile, se trabaja para aumentar su capacidad productiva. Hortifrut, el segundo exportador más grande de arándanos en el Perú, ha comenzado con sus primeros envíos de frambuesa en el 2019 y fue responsable del 80% del total de los envíos. Si comparamos con el 2018 —cuando no se exportó este fruto en su presentación fresca—, en el 2019 se llegó a exportar 4,038 kilogramos, valorizados en US$ 17,158.
Los principales destinos de la frambuesa peruana fueron Europa (70% del total de volumen exportado), Panamá (19%) y Canadá (11%). En cuanto a sus precios, España registró el más alto con US$ 6.89 por kilo. Le siguieron el Reino Unido (US$ 5.43) y los Países Bajos (US$ 4.33). No se exportó a Estados Unidos, sin embargo, este mercado representa una oportunidad interesante, pues es uno de los principales importadores mundiales y el fruto está libre de aranceles para el Perú. Además, el mercado norteamericano puede pagar altos precios; por ejemplo, hasta octubre del 2019, Estados Unidos pagó en promedio a México, US$ 7.67 por kilo de frambuesa.
Existen grandes expectativas con este fruto debido a su buen rendimiento y atractivo. De hecho, ayudaría a diversificar la cartera exportadora ante el posible riesgo de saturación de productos como el arándano o la palta.
