Nos despedimos exitosamente de un turbulento 2020

Este año, las exportaciones agrícolas han mantenido un crecimiento constante, a pesar del impacto negativo que tuvo por la pandemia.

Este año, las exportaciones agrícolas peruanas han mantenido un crecimiento constante, a pesar del impacto negativo que tuvo por la pandemia. La dinámica positiva del sector estuvo acompañada de la buena acogida de los productos peruanos en el mercado internacional. Sin embargo, no todas las mercancías tuvieron el mismo desempeño.

DINÁMICA DE LAS EXPORTACIONES

Entre enero y febrero, las exportaciones agrícolas peruanas sumaron US$ 1,214 millones, 5% más con respecto al mismo periodo en el 2019. En estos meses, los diversos actores del sector estimaban un año positivo con un crecimiento cercano al 10%, con lo que se esperaba revertir el magro resultado del 2019. Las estrellas del 2020 debían ser el arándano, la palta y la uva, esperándose que la baya consolidase tres resultados este año: ubicarse como el primer producto de la canasta agroexportadora peruana, ser el primer producto agrícola en superar la barrera de exportaciones de los US$ 1,000 millones y consolidar al Perú como el principal exportador del mundo de esta fruta.

Con la llegada de la pandemia del nuevo coronavirus, el panorama se ensombreció y las proyecciones fueron cambiando. En marzo, debido a que la cuarentena empezó en la quincena, las exportaciones agrícolas cerraron el mes sin mostrar crecimiento. Para abril, con el Perú encerrado en sus casas, se vivió uno de los momentos más críticos, pues el sector se contrajo en 17%. Los problemas logísticos para contar con personal en campo y despachar los productos afectaron más de lo esperado, ya que los mercados no dejaron de demandar productos, aunque cambiaron la canasta que deseaban, inclinándose por frutas y hortalizas que proveyeran vitamina C o mejoraran el sistema inmune.

Las empresas, ante la demanda, tuvieron una rápida respuesta, y en los siguientes meses gran parte de ellas logró adaptarse a las nuevas exigencias del Gobierno, empezando a trabajar con protocolos estrictos de seguridad y con menos personal. Fueron principalmente las empresas cooperativas y algunas del norte del país, en donde los contagios se dispararon, las que no lograron adaptarse bien. Debido a esto, hasta finales de julio, los envíos se siguieron contrayendo pero a una tasa más moderada de 9%. Cabe mencionar que durante estos meses el principal producto de agroexportación fue la palta, fruta que tuvo problemas en el mercado internacional por la sobreoferta peruana. Ante los malos resultados de la palta, que es el tercer producto de la canasta, muchas proyecciones se ajustaron a la baja y ya se presumía un crecimiento de 4% a 6%. Se esperaba que el arándano y la uva salvaran el año.

Una vez finalizada la cuarentena, y con la puesta en marcha del plan de reactivación, las exportaciones agrícolas continuaron prosperando. En los siguientes meses, los envíos alcanzaron tasas de crecimiento superiores a 20%, lo cual permitió que se recupere el sector. Para octubre, sin embargo, el arándano alcanzó un nuevo récord en volumen exportado, pero cayó por primera vez en valor en su corta historia en el país. Estaba claro que ya no rompería la barrera de los US$ 1,000 millones, pero la uva sorprendió con un inicio de campaña muy fuerte.

En noviembre, el arándano siguió sin responder como se esperaba y la uva parecía que podía sorprender y no solo retener su liderazgo de la canasta, sino ser el primer producto en romper la barrera de los US$ 1,000 millones. Pero inició el paro en Ica, principal zona de cultivo de la uva y se temía lo peor. Sin claridad sobre cuánto podría durar el paro, las estimaciones para el año ya rondaban el 1.50% o menos. Por suerte, el paro no se extendió y los agroexportadores reaccionaron muy rápido. Gracias a ello, en esa semana las agroexportaciones lograron igualar los US$ 7,112 millones exportados en 2019 y, al cierre de esta semana, ya sumaban US$ 7,250 millones, con un crecimiento de 1.90% sobre todo el 2019.

Los productores de uva no solo lograron recuperar rápidamente sus envíos, sino aprovechar los mejores precios que se han tenido en estos días. Si se mantiene el buen precio de la uva y no se presenta algún nuevo problema, el sector cerrará el año con alrededor de US$ 7,500 millones, lo cual representaría un crecimiento de 5.50% respecto al año anterior. Ha sido un 2020 lleno de vaivenes y en el que ha sido muy complejo estimar el comportamiento de la oferta y la demanda ante tantos sucesos inesperados.

LA DINÁMICA DEL TOP 3

Este año, los tres principales productos de la canasta agroexportadora peruana serán la uva, el arándano y la palta, los cuales tendrán el mismo orden de prioridad que en el 2019.

Acerca de la uva, este año los envíos de la fruta alcanzarán un volumen de 407,847 toneladas por US$ 1,029 millones, quebrando una barrera que parecía imposible de superar. Respecto del 2019, las exportaciones crecerían 8% en volumen y 18% en valor, dejando en evidencia la buena acogida de la fruta en el mercado internacional. Así, en el 2020, la uva peruana tuvo precios de US$ 2.52 por kilogramo en promedio, 9% más altos que los del 2019. Asimismo, los valores más altos se alcanzaron entre noviembre y diciembre, cuando la fruta se cotizó alrededor de US$ 2.65 por kilogramo. El resultado que está obteniendo el Perú se debe a que el mercado internacional se encuentra desabastecido, lo cual está siendo aprovechado. El crecimiento de las exportaciones de uva, además, le podrían permitir al Perú algo que no nadie imaginó al inicio de año: posicionarse como el principal proveedor mundial de la fruta o como el segundo más importante, pues los tres países que superan al Perú en exportaciones han tenido un año complicado y las diferencias entre los cuatro eran pequeñas. Hasta el año pasado, China fue el exportador más importante con envíos por US$ 987 millones. Dado que no hay cifras oficiales de ese país, es difícil estimar sus exportaciones y hay que esperar a marzo para tener certeza sobre el ranking global.

El caso del arándano ha sido muy particular este 2020. Las exportaciones peruanas de la fruta sumarán 165,197 toneladas por US$ 870 millones, lo cual significaría un crecimiento de 28% en volumen y 6% en valor con respecto al 2019. El principal problema observado fue la sobreoferta peruana, ya que al ser el principal proveedor de la fruta en el planeta, el incremento tan elevado de su oferta tuvo un fuerte impacto en precios en el mercado internacional. Es así que el precio del arándano este año fue en promedio US$ 5.27 por kilogramo, 17% más bajo en comparación al año anterior. El mes más crítico para esta baya fue en octubre, pico de su campaña, cuando alcanzó un valor de apenas US$ 4.35 por kilogramo, echando por tierra todos los pronósticos positivos que existían para este fruto. A pesar del bajo crecimiento en valor, en el 2020 el Perú se volvería a posicionar como el principal proveedor de arándano.

Finalmente, este año los envíos de palta alcanzarán un volumen de 388,765 toneladas por US$ 777 millones. Respecto al 2019, la fruta crecería 18% más en volumen y caería 5% en valor. Es el único producto del top 3 que tendría un retroceso. Al igual que en el caso del arándano, su resultado se debe a la sobreoferta peruana. El Perú es el segundo proveedor más importante de palta, después de México, y su oferta tiene un impacto directo en el mercado internacional. Este año, el precio de la palta fue de US$ 2.00 por kilogramo, 19% más bajo en comparación al 2019. Los meses más críticos para la palta fueron junio y julio, durante el pico de la campaña, cuando el precio de la fruta cayó hasta US$ 1.82 por kilo. A pesar de este mal desempeño, el Perú seguiría en su misma posición entre los principales proveedores. Lo curioso de la palta es que ya tuvo este mismo problema en el 2018, que fue parcialmente corregido en el 2019.


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