La alcachofa es un producto que se cultiva en gran parte del orbe y por ello suele mostrar una relativa estabilidad en su comercialización internacional. A diferencia de otros bienes agrícolas, los grandes shocks en precios y existencias suelen ser poco habituales. Sin embargo, el 2023 fue la excepción. En todo el mundo, los productores enfrentaron caídas de sus cosechas por el clima, lo que puso en una situación complicada el comercio internacional de este producto.
El Perú no pudo escapar a esta situación y al igual que sus competidores vio afectadas sus exportaciones debido a las duras condiciones climáticas. En el 2023, se logró exportar 47,817 toneladas de alcachofa,18% por debajo de lo despachado un año antes. Con esta caída de la producción peruana, que fue similar a la de la mayoría de países, era esperable que el precio subiera. Sin embargo, dos mercados lograron sortear la suerte de los demás: Egipto y Turquía tuvieron una campaña positiva, sumada a un aumento en su hectareaje de alcachofas. Esto fue suficiente para compensar y satisfacer a la demanda en varias plazas relevantes del mundo. Ante esta situación, el precio de la alcachofa peruana fue, en promedio, US$ 2.8 por kilogramo, apenas 4% mayor al periodo anterior. Esto no permitió compensar el menor volumen y generó que el valor total de lo exportado alcanzara los US$ 138 millones, 15% menor al año anterior.
Para el 2024, el arranque de la alcachofa ha sido tímido. Sin embargo, existen expectativas positivas debido a la regularización del clima y a la temporada de frío que se está viviendo. Se esperará un crecimiento en el volumen exportado cercano al 22%; mientras que el valor llegaría a crecer cerca de 18%, considerando que ante la estabilización en el volumen, el precio caería un poco. Esta estimación considera el retorno a condiciones climáticas más favorables y a una estabilización general de los grandes mercados.
DINÁMICA INTERNACIONAL
Los Estados Unidos fue el principal destino para el productor peruano de alcachofa. La producción interna de este país sufrió una caída por las dificultades climatológicas, especialmente en California. Esto provocó una mayor dependencia de las importaciones y un leve ajuste al alza en el precio. El volumen enviado por el Perú se redujo en casi 21% mientras que los precios aumentaron 4%, para cotizarse en promedio en US$ 2.69 por kilogramo. El 2024 es esperable que la producción interna de este país se estabilice y el precio regrese a los del 2022.
Europa, por su parte, vivió un año con mayores variaciones tanto de oferta como de demanda. Italia y España fueron los principales productores internos de la región, pero no pudieron alcanzar los mismos niveles de años anteriores. Esto generó la necesidad de importar una mayor cantidad de alcachofa, especialmente en Francia y Bélgica. Lamentablemente para la alcachofa peruana, la mayoría de estos nuevos espacios fue ocupado por la producción egipcia y turca, países cuya oferta aumentó considerablemente. Con ello, el volumen exportado por el Perú sufrió una caída de 12%, mientras que el precio subió en 3%. La proyección actual para este año apunta a que la demanda europea crezca 3%, por lo cual se complicará aún más la competencia por posicionar nueva producción peruana, especialmente con los aumentos de los competidores directos.