El mercado surcoreano representa una gran oportunidad para la industria de la palta. En el continente asiático, entre enero y octubre de este año, Corea del Sur se ubicó como el tercer importador de esta fruta, con 7% del total de importaciones asiáticas, tras Japón (56%) y China
(26%).
Entre enero y octubre del 2019, los principales proveedores de Corea del Sur fueron México, con 51% de participación, Estados Unidos (39%) y Nueva Zelanda (10%), según datos del portal TradeMap.
Hasta hace poco, no existía un análisis de riesgo de plagas en el Perú disponible para los surcoreanos, por lo que no especificaban los protocolos que se deberían cumplir para poder exportar palta fresca a Corea del Sur. Sin embargo, en setiembre de este año, la Agencia de Cuarentena Animal y Vegetal de Corea del Sur (APQA, por sus siglas en inglés) comunicó de manera oficial al Senasa el protocolo fitosanitario que se tendrá que cumplir para entrar a su mercado. Así, luego de seis años de gestiones, Corea del Sur abrió sus puertas a los productores peruanos para exportar palta Hass bajo una serie de requerimientos específicos.
Por ello, con el objetivo de promover mayores exportaciones, Senasa empezará con la capacitación a los productores para cumplir con los protocolos fitosanitarios exigidos. Pero, allí no quedan los desafíos de los exportadores peruanos de palta para llegar a este mercado.
Quizá el más importante tiene que ver con el tiempo de conservación de la fruta entre su producción y la venta al consumidor final. Primero, toma alrededor de 2 meses llegar al puerto de destino. Luego, toma una semana más llegar en buen estado al supermercado. Finalmente, la palta debe estar en perfectas condiciones por una semana más durante su exhibición en las góndolas de los supermercados y tiendas de frutas.
