El café fue uno de los productos más importantes de la canasta agroexportadora peruana. El país es conocido por tener uno de los mejores granos orgánicos en el mundo, con calificaciones por encima de 80 puntos. Su acogida a nivel internacional le ha permitido consolidarse como el décimo quinto proveedor del grano en el mundo y el quinto en América Latina.
Sin embargo, este año las exportaciones de café no tuvieron los mejores resultados. La pandemia del COVID-19 tuvo un fuerte impacto en el comercio del grano. Hasta el 20 de agosto, las exportaciones de café sumaron 61,957 toneladas, 29% menos con respecto al mismo periodo del 2019. Los meses más críticos para el grano peruano fueron los de cuarentena, entre marzo y junio, cuando los envíos cayeron más de 40%. Esto se debe a que el café es un producto cultivado por familias y asociaciones, las cuales se vieron obligadas a detener sus actividades y reducir la mano de obra.
A pesar de los resultados, el Estado y los productores vienen trabajando de forma conjunta para mejorar la productividad y la calidad del café. Un ejemplo claro es el esfuerzo que está haciendo el MINAGRI, a través del SENASA, al capacitar a más de 46 mil productores y monitorear más de 35 mil hectáreas en los últimos tres años para implementar el Manejo Integral de Plagas.
